Denuncias por fraude informático crecieron 89% de un año a otro
El Organismo de Investigación Judicial fue enfático en que los delincuentes crean relatos muy creíbles para pedir información personal y lograr el ilícito.
Los fraudes informáticos en el país se dispararon en los primeros seis meses de este 2025, en comparación al mismo periodo del año anterior, según las cifras del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), reveladas este jueves en una conferencia de prensa.
Las autoridades judiciales explicaron que para el primer semestre de 2024 ingresaron 2.209 denuncias a la Sección de Fraude Informático, a nivel de la provincia de San José. Este año, entre enero y junio, la cifra ya alcanza las 4.180 denuncias: un incremento del 89%.
El crecimiento es tal que, incluso, está cerca de las 5.600 denuncias que se dieron en todo el año pasado.
"Es una situación muy preocupante para la Policía Judicial. Las metodologías de ataque de los estafadores no cambian, lo que varían son las estrategias de los estafadores", aseguró Yorkssan Carvajal, jefe de la Sección de Especializada contra el Fraude Informático del OIJ.
Según Carvajal, hay tres modalidades que se ven con más frecuencia: la primera es la captura de datos a partir de páginas clonadas a entidades bancarias. En esta modalidad, los delincuentes construyen un sitio web casi idéntico al de un banco, el usuario no logra detectarlo e ingresa su usuario, claves y tokens de seguridad, lo que le da a los estafadores toda la información necesaria para entrar a la cuenta de la víctima y vaciarla.
Otra modalidad que ha crecido considerablemente es la de la llamada con una falsa oferta laboral. Las víctimas mandan su currículum para la luego ser contactados por falsos agentes de recursos humanos que le comparten un enlace a un sitio web con la excusa de que deben actualizar su firma digital.
A través de ese enlace, roban los datos necesarios para entrar al banco de la víctima y extraen todo el dinero.
La tercera modalidad ocurre cuando una persona tiene un número prepago asociado a una cuenta SINPE Móvil y deja de recargar la línea. Tras un periodo de tiempo, el operador telefónico pone el número de teléfono otra vez en el mercado. Los estafadores compran estos números “abandonados”, ponen el chip en un teléfono y, a través de mensajes de texto, van pasando dinero a una segunda cuenta asociada con el delincuente. De esta forma, logran dejar a las víctimas sin un colón en el banco.
Esta forma de estafa generan desconcierto entre los ofendidos porque no fue necesario que entraran a un enlace, contestaran una llamada o dieran un solo dato personal. Únicamente no se percataron que el número de teléfono asociado a su SINPE, ya no les pertenecía.
Las autoridades recomiendan desconfiar de cualquier llamada, pedir los nombres de los supuestos funcionarios, cortar el contacto y luego buscar por propia cuenta el número del banco, la empresa o la entidad que se comunicó. Al llamar, preguntar por los trabajadores y corroborar si realmente laboran en dicho lugar o si era una estafa.