¿Moneda en la frente para detener sangrado nasal? Médico derriba mitos y explica qué hacer
La nariz es una zona altamente vascularizada, lo que significa que cuenta con una gran cantidad de vasos sanguíneos, especialmente en su parte frontal.
El sangrado nasal, aunque común y muchas veces inofensivo, sigue generando dudas y mitos sobre cómo actuar cuando ocurre. Para aclarar estos temas, el doctor Ariel Mirenberg, otorrinolaringólogo, visitó el programa Su Salud de Teletica.com y brindó una guía clara sobre las causas, prevención y tratamiento de estas hemorragias.
La nariz es un órgano altamente vascularizado, lo que significa que cuenta con una gran cantidad de vasos sanguíneos, especialmente en su parte frontal. Estos vasos, al ser tan superficiales, pueden romperse con facilidad ante cualquier roce, golpe, cambio de temperatura o incluso por rascarse.
En niños, lo más frecuente es lo que se conoce como autotrauma, es decir, meterse los dedos en la nariz. En adultos, los factores más frecuentes son la hipertensión arterial, enfermedades de la coagulación o inflamaciones nasales como la rinitis.
“La gran mayoría de los sangrados en niños son benignos y se detienen por sí solos. Pero en adultos, especialmente si son hipertensos, puede ser una señal de alerta”, explicó el doctor Mirenberg.
Hay ciertas señales que indican que el sangrado nasal no es tan inofensivo. Por ejemplo, si es recurrente, dura más de 10 minutos, compromete ambas fosas nasales, deforma la nariz o impide la respiración. En todos estos escenarios, se recomienda acudir al médico para una evaluación más profunda, ya que podría tratarse de un problema de presión arterial, un trastorno de coagulación o incluso una masa tumoral en la nariz.
¿Qué hacer ante un sangrado nasal?
El especialista es claro: nada de monedas, cuchillos en la frente ni otros remedios populares. “No hay ningún respaldo científico para esos métodos”, subrayó Miremberg.
Lo correcto es presionar con firmeza la parte blanda de la nariz, inclinar la cabeza hacia adelante y aplicar una compresa fría en el dorso de la nariz o la frente.
“Si la persona tiene un buen sistema de coagulación, entre siete y 10 minutos después debería haber una disminución de ese sangrado, siempre y cuando la causa sea un vasito capilar, un vasito sanguíneo pequeño, que esté ahí disparando chorritos de sangre.
“Entonces, al hacer presión y con algo frío sobre el dorso de la nariz, hace que ese vaso sanguíneo se recoja, por decirlo de alguna manera, y haya una disminución del sangrado. Eso es lo más básico para hacer”, recomendó el especialista.
Inclinar la cabeza hacia atrás puede causar que la sangre fluya hacia la garganta, provocando náuseas, vómitos o irritación gástrica. En cambio, al hacerlo hacia adelante se permite una mejor salida de la sangre y se reduce el riesgo de complicaciones.
Si los sangrados son frecuentes o intensos, el médico puede recurrir a cauterización del vaso sanguíneo afectado o incluso al “taponeo” nasal con materiales especiales. En casos más complejos, se puede requerir una intervención en quirófano.
“Lo ideal es identificar el sitio exacto del sangrado. Si es anterior, es más sencillo de tratar. Pero si es posterior, puede ser más difícil de controlar y más incómodo para el paciente”, concluyó Miremberg.
Para repasar el programa completo de ‘Su Salud’, puede reproducir el video adjunto o el siguiente enlace de YouTube.