“No le voy a pedir cuentas”, dice Chaves sobre relación de Gerald Campos con Celso Gamboa

El presidente Rodrigo Chaves aseguró, este miércoles, que no le pedirá cuentas al ministro de Justicia, Gerald Campos, por la relación que, según el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), tenía con el extraditable Celso Gamboa.

En su conferencia de prensa semanal, Chaves y el propio Campos se refirieron a la audiencia que Rándall Zúñiga tuvo anoche con los diputados de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico, en la que reveló que el ministro tenía “relación y contacto” con el exmagistrado solicitado por la DEA.

“Lo que dijo Rándall Zúñiga es un ridículo, yo no le voy a pedir cuentas (a Campos), se las pedí ese día, me las dio y estoy absolutamente satisfecho. Si algo cambia con don Gerald, se los haré saber”, aseveró Chaves.

El mandatario calificó al director de la Policía Judicial como “chismosillo e insinuador” y defendió que su información proviene de un viceministro que él despidió, en alusión a Exleine Sánchez.

Campos, por su parte, explicó que efectivamente la reunión que Zúñiga mencionó ante los diputados sí tuvo lugar en Casa Presidencial, pero no en la fecha que dijo el director; y que, además, no prueba ningún vínculo criminal, como el propio Zúñiga subrayó ante los legisladores.

“Fui jefe del OIJ de Limón, Celso era profesor de Escuela Judicial, me dio clases. En Limón fue fiscal adjunto y tras de eso soy subdirector y él es magistrado, siendo en ese momento jefe mío, entonces quedó absolutamente clara la relación.

“También le dije, señor Presidente, recuerde que Celso defiende a muchos privados de libertad y puede hacer gestiones dentro del sistema penitenciario, pero de ahí a un asunto de corrupción no se vale. Es increíble que a un nivel gerencial, como tiene don Rándall, engañe e ilusione con mentiras. Estamos para cosas serias, no para estas alcahueterías”, insistió Campos.

Desde Casa Presidencial se informó a los medios de comunicación y a la opinión pública, en dos oportunidades, que pedirían cuentas a los funcionarios señalados tan pronto como Zúñiga “tuviera la valentía” de brindar sus nombres.