Por Luis Jiménez |23 de mayo de 2025, 15:23 PM

Cinco capibaras juveniles fueron decomisadas el pasado miércoles por oficiales de la Fuerza Pública en un retén en Orotina, Alajuela, tras la detención de dos hombres que intentaron darse a la fuga. 

Los animales, tres hembras y dos machos, fueron trasladados al centro de rescate Wildlife-Zoave, en La Garita de Alajuela, donde actualmente permanecen en cuarentena bajo supervisión veterinaria.

"Los animales ingresaron a nuestro centro de rescate Wildlife-Zoave el miércoles por la noche y, actualmente, están en periodo de evaluación médica, en cuarentena. Su estado es regular, llegaron delgados y deshidratados”, comentó la doctora Isabel Hagnauer, veterinaria del centro.

Hagnauer explicó que debido a que las capibaras son una especie exótica y potencialmente invasora, no pueden ser liberados en el medio silvestre costarricense. Sin embargo, señaló que existe la posibilidad de que, eventualmente, sean trasladadas a un santuario.

“Esperamos que estén bien después de la cuarentena y después puedan pasar al santuario para que puedan ser vistas por las personas, más que son una especie tan popular. Ellos son herbívoros y les estamos dando diferentes tipos de plantas, pastos y suplementos porque necesitan vitamina C", explicó Hagnauer.

El caso fue remitido al Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), desde donde se analiza la legalidad del ingreso de los animales y cuál era su destino.

Un funcionario del Área de Conservación Pacífico Central, del SINAC, conversó con Teletica.com y señaló que lo más probable es que se queden en el país.

“Yo nunca he visto que devuelvan los animales que no son nativos del país y que ingresaron ilegalmente por el tráfico de vida silvestre al que fueron sometidos.

“Si existiera certeza que fueron extraídos de un determinado sitio, sería más fácil tratar de devolverlos. Pero en este caso de las capibaras, no se sabe nada y no se puede confiar en lo que digan los imputados”, expresó el funcionario del SINAC.

También recordó que hay registro de otros casos similares, como el de unos monos tití decomisados en Orotina.

“Los monos ingresaron al país ilegalmente y los traía un panameño, pero no pudimos confirmar que su procedencia era de Panamá. En ese caso, los animales fueron liberados en la Península de Osa, donde se encuentra su hábitat natural", manifestó el funcionario del SINAC.

Las capibaras, roedores de gran tamaño originarios de regiones como Colombia, Venezuela, Perú y Brasil, se han convertido en una especie popular y cada vez más frecuente en el comercio ilegal de fauna silvestre.

“El tráfico de vida silvestre, lamentablemente, es un negocio muy lucrativo en el país y en el mundo entero”, concluyó la doctora Hagnauer.

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