¿Quién protege a “Diablo”? OIJ explica por qué ha sido tan difícil atraparlo
Funcionarios públicos aliados y una zona fronteriza compleja han sido claves para que Alejandro Arias Monge eluda su captura, según el subdirector de la Policía Judicial.
A pesar de ser uno de los objetivos prioritarios de las autoridades judiciales, Alejandro Arias Monge, alias “Diablo”, lleva años burlando su captura. Y lo ha hecho —según reconoce el propio Organismo de Investigación Judicial (OIJ)— gracias a dos factores: la corrupción de funcionarios públicos y el uso estratégico de la frontera norte.
Este peligroso fugitivo, nacido en Santa Rosa de Ticabán, en Pococí, tiene múltiples causas judiciales abiertas y hasta fue detenido en 2015. Sin embargo, quedó en libertad un año después. Esa causa sigue activa, pero podría prescribir pronto, a menos de que las autoridades logren una interrupción del plazo legal.
Teletica.com conversó con el subdirector del OIJ, Michael Soto, quien ofreció detalles clave sobre por qué este hombre sigue evadiendo a la justicia costarricense.
“Uno de los elementos que más ha dificultado la captura es un tema de corrupción importante”, aseguró Soto.
En las investigaciones, el OIJ ha detectado la participación de oficiales de la Fuerza Pública, Tránsito, e incluso del mismo OIJ. Además, algunos abogados cercanos a Arias Monge han sido empleados judiciales.
“Eso le permite tener información privilegiada antes de que se realicen los operativos para capturarlo”, lamentó el jerarca. Según Soto, a lo largo de las pesquisas se ha determinado que hay al menos 10 oficiales que tienen vínculos con alias “Diablo”, y otros que están en proceso de investigación.
Frontera: su escape más frecuente
Otro factor determinante es el lugar donde opera. “Se mueve en una zona muy complicada, al fondo del cantón de Pococí, cerca del sector fronterizo con Nicaragua. Cuando generamos un dispositivo, se le filtra la información y cruza hacia el lado nicaragüense. Luego regresa”, explicó Soto.
El OIJ ha realizado decenas de allanamientos para desarticular su estructura. Han detenido a varios líderes del grupo, pero la organización se recompone rápidamente.
“Hemos tenido momentos en que tenemos información muy precisa. En una ocasión, en el sector de Cariari, llegamos casi hasta él. Se activó la alerta, huyó, y ni siquiera con apoyo aéreo pudimos ubicarlo, el clima tampoco nos ayudó. Es una zona de difícil acceso, con condiciones geográficas que juegan a su favor”, detalló Soto.
Según el OIJ, Arias Monge ha creado zonas de confort —como Cariari— donde se siente protegido. Allí actúa como benefactor de la comunidad, lo que le permite moverse con tranquilidad.
“Es como un Pablo Escobar en pequeño: compra lealtades, se siente seguro porque ayuda a la gente y sabe que eso reduce el riesgo de ser traicionado”, afirmó el subdirector.
¿Cómo luce hoy “Diablo”?
Aunque han circulado rumores de que podría estar muerto o haberse hecho cirugías para cambiar su rostro, el OIJ lo descarta casi por completo.
“Se nos ha dicho que podría haber hecho modificaciones, pero al revisar fotografías recientes, luce prácticamente igual. Además, tenemos un alto grado de certeza de que sigue con vida”, confirmó Soto.
Aun así, Soto asegura que han estado muy cerca de atraparlo, y confían en que ahora, con la recompensa de la DEA, puedan acorralarlo. “Hemos estado cerca. No vamos a declinar. La estrategia de la recompensa es precisamente una forma de abrir nuevas rutas, encontrar otras vías para localizarlo y llevarlo ante las autoridades”.
¿Y si lo capturan? ¿Podría ser extraditado?
Si logran arrestarlo, primero deberá rendir cuentas ante la justicia costarricense, donde acumula múltiples causas penales.
“Por la gravedad de los delitos, esperamos condenas fuertes y prolongadas. No lo vemos saliendo en el corto plazo. Más adelante, Estados Unidos podría valorar si lo requiere también, pero eso se evaluará en su momento”, concluyó el jerarca policial.