Casi la mitad de adultos en el mundo no logra tener los hijos que quiere, según UNFPA
La investigación señala que Costa Rica vive una tasa de natalidad ultrabaja; solo Chile tiene una cifra inferior en la región.
Millones de personas en el mundo no saben si podrán formar la familia que quisieran. No se trata de una decisión voluntaria, sino del resultado de una combinación de obstáculos económicos, sociales y culturales.
Así lo afirma el informe Estado de la Población Mundial 2025 del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que advierte que, en promedio, un 45% de las personas menores de 50 años no puede responder si logrará tener el número ideal de hijos.
La razón: la creciente incertidumbre económica, la falta de seguridad en el empleo, los elevados precios para tener una casa, las desigualdades de género y el temor a lo que pueda traer el futuro.
Aunque los embarazos no intencionales siguen siendo una preocupación importante en muchas regiones del mundo, el documento alerta que una nueva crisis se está gestando en paralelo: el creciente desfase entre el número de hijos que las personas desean tener y el que realmente logran.
Costa Rica forma parte de ese fenómeno global. Con una tasa de fecundidad de 1,3 hijos por mujer, el país ya se ubica en la categoría de natalidad ultrabaja, es decir, por debajo de 1,5 hijos por tica.
Esta cifra coloca a Costa Rica entre los países latinoamericanos más afectados por la caída de nacimientos, junto con Chile (1,1) y Uruguay (1,4).
El contraste es fuerte si se compara con el promedio regional (1,8) y más aún con regiones como África Occidental, donde la tasa supera los cuatro hijos por mujer. En cambio, Costa Rica hoy se parece más a países como Japón (1,2), España (1,2) o Italia (1,2), naciones que enfrentan crisis demográficas profundas por el envejecimiento acelerado de sus poblaciones.
Pero lo más preocupante no es solo la cifra, sino la desconexión entre lo que la gente desea y lo que realmente logra. A nivel local, el 24,8% de las personas que no tienen hijos afirma que no desea tenerlos. La investigación expone que la decisión de no tener hijos muchas veces no es completamente libre, sino forzada por las condiciones de vida.
El informe también destaca un factor cultural clave: persisten estigmas sociales contra quienes deciden no tener hijos, especialmente mujeres. Al mismo tiempo, las mujeres en Costa Rica dedican el doble de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuido, lo que limita sus opciones laborales y económicas, y condiciona sus decisiones familiares.
“La demografía no solo es una megatendencia que está cambiando la realidad de la sociedad, sino que se convierte en un motor de desarrollo sostenible cuando las políticas poblaciones son orientadas por enfoque de derechos humanos, desde los procesos de planificación nacional de corto, mediano y largo plazo”, explicó Cristian Vargas, analista en población y desarrollo del UNFPA en Costa Rica.
El UNFPA advierte que incentivos aislados o campañas para aumentar la natalidad no resolverán el problema. La solución está en garantizar condiciones reales para que quienes quieran formar una familia puedan hacerlo sin miedo a caer en la pobreza o sacrificar su futuro profesional.
"La verdadera crisis de la fecundidad es que estamos en entornos que no están armonizados con los deseos de la gente. Lo veíamos, la gente quiere tener entre dos y más hijos, pero no lo están logrando, no están logrando ese ideal", aseguró Juan Luis Bermúdez, jefe de oficina del UNFPA en Costa Rica.
El informe concluye que ninguna sociedad debería medir su éxito solo por el número de nacimientos, sino por cuánta libertad tienen las personas para decidir si quieren o no tener hijos.