Su historia demuestra que nunca es tarde: trabaja y estudia para terminar el colegio a los 62
Trabaja en el día, estudia de noche y enseña con su historia que la superación no tiene fecha de caducidad.
A sus 62 años, Hugo Francisco López Rojas demuestra que nunca es tarde para cumplir los sueños. Vecino de la provincia de Cartago, inicia sus días como oficial de seguridad en un lubricentro, y al terminar su jornada laboral se dirige a un centro educativo, donde busca completar los estudios que durante años quedaron en pausa.
Hugo no tuvo la oportunidad de ir a la escuela cuando era niño. Fue uno de 12 hermanos y dedicó gran parte de su vida a ayudar a su familia a salir adelante. Con los años, formó la suya y hoy, con sus hijos ya adultos y viviendo lejos, decidió regalarse una nueva oportunidad.
Por las noches, tras terminar las clases, se conecta por videollamada con sus hijos. Les comparte anécdotas, los avances en sus estudios y, sobre todo, el cariño de un padre presente, aunque la distancia física los separe.
Aunque ya había obtenido títulos técnicos en mecánica automotriz, su espíritu inquieto y su deseo de superarse lo mantienen hoy en las aulas. Su historia sirve de inspiración tanto para jóvenes como para adultos.
En el marco del Día del Padre, Hugo se convierte en símbolo de esfuerzo, responsabilidad y amor. Su ejemplo recuerda que ser papá también es enseñar con acciones, y que nunca es tarde para seguir creciendo.
Repase el reportaje completo en el video que aparece en la portada de este artículo.