Pacayas estrena su propio santuario natural con un toque artístico y velocidad
La finca Aigazu ofrece glamping, miradores, senderos, arte local y un homenaje a una madre que inspiró este espacio lleno de naturaleza e identidad.
En lo alto de Pacayas de Alvarado, una finca que durante años fue lechera y ganadera hoy se transforma en un nuevo destino ecoturístico: Aigazu. Su nombre es un homenaje a doña Haydé Garita Zúñiga, madre del propietario, José Montenegro Garita.
Aunque abrió sus puertas hace apenas un mes, el lugar ya sorprende por la variedad de experiencias que ofrece. Caminatas por senderos rodeados de vegetación, avistamiento de plantas endémicas como anturios negros y bromelias, miradores naturales y hasta un antiguo puente de concreto con más de un siglo de historia forman parte del recorrido.
“Siempre soñé con que la gente pudiera venir a desconectarse… ver la montaña, caminar, respirar aire puro. Esta finca tiene historia y belleza natural, y queríamos compartirla con los demás”, expresa don José Montenegro, creador de este proyecto.
Aigazu también cuenta con zonas de picnic, espacios para camping y glamping, y una curiosidad inesperada: un vehículo estilo Fórmula 1 en exhibición que no pasa desapercibido entre los visitantes.
El arte también se hace presente gracias a Eliseth Solano, una artista local que ha intervenido distintos rincones de la finca con piedras pintadas a mano, llenas de mensajes y color.
Desde el ingreso, Aigazu regala vistas espectaculares de las montañas de Alvarado. Es un espacio nuevo, pero lleno de propósito: que cada visitante pueda reconectar con la naturaleza… y consigo mismo.
Para más información puede llamar al 6476-6955.
Conozca más detalles sobre Aigazu en el video que está en la portada de este artículo.