Por José Fernando Araya |21 de mayo de 2025, 20:03 PM

Un verdadero ambiente de final vivió este miércoles el estadio Alejandro Morera Soto, previo al segundo juego de la final ante Saprissa.

Desde muy temprano los alrededores del estadio se vistieron con los colores rojinegros y a las 5 p. m. se abrieron las puertas del reducto donde cada uno de los aficionados recibió una innovadora pulsera.

Esa pulsera se activaba según el movimiento de las manos que activaban el color rojo que más tarde teñiría las gradas de La Catedral.

Pero desde antes se vivió un gran clima con las llegadas de ambos clubes al estadio.

El primero en hacerlo fue el Saprissa apenas minutos antes de las 6 p. m. y sin ningún contratiempo, salvo las banderas de su rival que encimaron el bus a su llegada.

Pero la fiesta fue el ingreso del bus de Alajuelense bajo una nube roja gracias a las bombas de humo y bengalas. Los rojinegros llegaron 10 minutos después que sus rivales.

Con el salto al terreno de juego se activaron las pulseras, además estuvo acompañado de juego de pólvora y bengalas que por esta vez fueron permitidas por parte de Unafut, según indicó Andrey Rosales, presidente del Comité de Competición a FUTV.

Sin duda alguna, Alajuelense tuvo un innovador recibimiento como pocos en la Primera División.

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