19 de mayo de 2025, 15:20 PM

Por Joaquín Alvarado Gutiérrez / @tioquincho.

No se trata solo de tomar una copa. Se trata de viajar en el tiempo, de saborear historia, y de dejarse guiar por los expertos en una experiencia diseñada para los verdaderos amantes del vino… o para quienes quieren convertirse en uno.

Una noche, cuatro joyas líquidas y el arte del maridaje

En esta exclusiva cita para el paladar, los asistentes tuvieron el privilegio de catar cuatro vinos de colección, cuidadosamente seleccionados por el sommelier Andrey Villalobos, certificado en México, desde 2022, por la prestigiosa The Court of Master Sommeliers. En este evento, destacaron verdaderas leyendas enológicas como el Cos d'Estournel 1985 o el emblemático Château d’Yquem 1988.

Cada vino fue acompañado por una creación culinaria del chef privado Sergio Solano, quien no solo cocinó, sino que ofreció un show gastronómico en vivo, haciendo del maridaje un verdadero espectáculo multisensorial.

Catas de vino

El menú que conquistó a los sentidos 

Este evento estuvo compuesto por los siguientes platillos:

  • Château Cos d'Estournel 1985, maridado con un raviol relleno de pasta de hongo shiitake sobre crema de edamame. Una armonía sutil y profunda.
  • Château Lynch-Bages 1996, acompañado por un estofado de paleta de cordero al vino, con puré de papa y peras al horno con gorgonzola. Intensidad y carácter.
  • Château Lynch-Bages 1993, junto a una imponente costilla de res a la bordelaise, con demi-glace de vino, risotto de hongos y ratatouille. Tradición francesa con alma contemporánea.
  • Château d’Yquem 1988, acompañado con una tartaleta de piña y maracuyá, salpicada con escamas de flor de sal. El dulce final de un viaje inolvidable.

Cada plato fue pensado no solo para resaltar las cualidades del vino, sino para crear un diálogo de sabores, aromas y texturas. Una danza elegante entre copa y plato, que llevó a los asistentes a un nivel superior de apreciación.

Vinos con historia: el legado de 1855

Durante la cata, Andrey Villalobos relató con pasión la historia detrás de estos grandes vinos clasificados en 1855 por orden de Napoleón III, en el marco de la Exposición Universal de París. Una clasificación que aún hoy define el prestigio de las etiquetas más codiciadas del mundo.

Estos vinos, con más de 40 años de añejamiento, no solo son escasos, sino que representan el tiempo embotellado: generaciones de cuidado, terroir y tradición que llegan intactos a la copa.

Más que una cata: una experiencia boutique

Lo que hace única esta nueva tendencia de catas privadas de vino no es solo la selección de etiquetas de lujo, sino el formato íntimo, curado al detalle, donde cada elemento —desde la iluminación hasta la charla— está pensado para envolver al asistente en una experiencia sensorial total.

Y claro, el factor humano: compartir mesa con otras personas que también buscan aprender, disfrutar y vivir el vino desde un lugar más profundo y personal.

Así, Life Feed de Revista SABANA vivió y documentó una noche para los sentidos, donde el vino fue el protagonista, pero la experiencia, la verdadera estrella. Una tendencia que llegó para quedarse y que redefine el lujo: no es tener más, es sentir mejor.

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