La Sele volverá a Barbados, una sede que trae un amargo recuerdo
Costa Rica enfrentará por primera vez a una desconocida Bahamas.
Por esas insólitas cosas de la Concacaf, la Selección Nacional volverá este sábado a Barbados, un país que trae uno de los recuerdos más sorpresivos para la Tricolor.
Curiosamente, lo hará no para enfrentar a esa selección, sino para medirse a una desconocida Bahamas que por falta de permisos de Concacaf no podrá utilizar ninguno de sus estadios.
Esto los hizo viajar hasta Barbados para poder disputar este partido eliminatorio rumbo al Mundial 2026.
Esta sede tiene uno de los episodios más sorpresivos en la historia de la Tricolor.
Para el arranque de la eliminatoria rumbo a Corea y Japón 2002, Costa Rica comenzaba su camino mundialista visitando Bridgetown.
La Selección del técnico brasileño Gilson Nunes salió ese día con Álvaro Mesén en el arco; Reynaldo Parks, Alexander Madrigal, Pablo Chinchilla y Harold Wallace en la parte baja; Sandro Alfaro, Jeaustin Campos, Wálter Centeno, Jafet Soto; Hernán Medford y Paulo Wanchope.
La historia comenzó bien, pues Machón Madrigal abrió el marcador al minuto 48 con un cabezazo tras pase de Centeno.
Pero la alegría duró solo un minuto, pues Barbados igualó por medio de Llewellyn Riley al 49’ con otro cabezazo para el 1-1.
Pero la debacle se dio a seis minutos para el final, tras un rechace luego de un largo saque de banda, Michael Forde marcó el 2-1 que les daría la victoria a los caribeños.
Aquella derrota, catalogada como un “papelón” obligaba a La Sele a triunfar ante Estados Unidos en casa.
Los estadounidenses llegaban como los grandes favoritos a dejarse el grupo, pese a empatar ante Guatemala en el primer juego.
Un penal sobre la hora ejecutado por Hernán Medford le permitió a Costa Rica imponerse a Estados Unidos para enderezar un poco el rumbo.
Al final, Costa Rica quedó igualada en puntos con Guatemala y se necesitó un partido de desempate para escoger al clasificado a la hexagonal y que se decantó por los locales con un ya conocido 5-2 en Miami.
Desde aquella vez, Costa Rica no sabe lo que es perder ante un rival del Caribe y este sábado, de darse otra sorpresa en Barbados ante Bahamas, sería algo más que sorpresivo, pues, los rivales se ubican en la posición 204 de 210 selecciones, convirtiéndose en el rival más flojo del escalafón mundial al que se medirá el equipo patrio.