“Podía morir en un minuto”: La difícil prueba que superó Mimi Ortiz tras dar a luz
La reconocida creadora de contenido enfrentó múltiples complicaciones de salud que la tuvieron “al borde de la muerte”, poco tiempo después de su embarazo y periodo de lactancia.
La influencer costarricense Libni “Mimi” Ortiz vivió una de las etapas más intensas y transformadoras de su vida hace dos años. Su camino hacia la maternidad estuvo marcado por pruebas físicas, emocionales y espirituales. Desde complicaciones para concebir hasta una peligrosa infección postoperatoria que la llevó al borde de la muerte, hoy abraza con gratitud su vida, su salud y su rol como mamá.
En palabras de la modelo, “Jay fue un bebé muy deseado”. Ortiz y su pareja de ese momento decidieron ser padres después de más de una década de relación. Aunque ella había dejado los anticonceptivos un año antes, al visitar al ginecólogo le informaron que no estaba ovulando.
“No te puedo explicar la cantidad de exámenes que me mandaron. Yo pensaba que embarazarse era facilísimo. Cuando la doctora me explicó lo detallado que tiene que estar todo, desde vitaminas hasta hormonas y hasta cómo está la Luna, me di cuenta de que quedar embarazada es un milagro."Yo estaba esperando la regla para hacerme los exámenes… y nunca llegó. Quedé embarazada, sin saber cómo. No estaba ovulando, no había condiciones. Pero Dios hizo el milagro y yo no tuve que hacerme ningún examen. Fue increíble”, relató.
"Fui sola al médico, me hicieron una prueba de embarazo y salió positiva. No lo podía creer”, recordó.
Tras superar el primer trimestre, Ortiz asegura que vivió un periodo hermoso.
“Si no fuera por los achaques, me embarazo cien veces. Todo el mundo te chinea, te sentís divina, conectás con tu bebé, vas a las citas, escuchás su corazón... Es una ilusión constante”.

Para poder salvar la alimentación de su bebé, tuvo que ser operada del busto para drenar el líquido. Aun así, con los senos recién intervenidos, siguió dando pecho.
“Fue muy doloroso, pero yo quería crear ese vínculo con mi hijo. Y lo logré”.
“El doctor me advirtió que iba a operar, pero que no me aseguraba nada, no que yo me levantaba. Jay tenía un añito. En cuestión de horas pasé de estar en casa a tener que despedirme. Me dijeron que si la bacteria llegaba al torrente sanguíneo podía morir en un minuto."Solo pensaba en Jay. Fue tan impactante para mí. Yo me levanté ese jueves pensando que era un día normal y me dijeron: 'Despídase, puede que no despierte, todo era tan irreal'", agregó.
“Luego del embarazo y la lactancia, estuve al borde de la muerte. Pero al ver a Jay, todo vale la pena”, afirmó con firmeza. “Mimi” valora hoy no solo haber sobrevivido, sino haber conservado su busto gracias a una reconstrucción estética realizada por el mismo cirujano.
“Ahora valoro mucho más la vida. La gente me pregunta si me volvería a operar, yo les digo que ni en drogas. Ya no vivo obsesionada con la imagen. Cuando trabajaba como modelo, sí, pero hoy eso ya no me define.“Antes yo me estresaba mucho por el futuro, ahora vivo en el presente, disfruto las pequeñas cosas, he mejorado mi relación con Dios”, confesó.

En cuanto a su relación con Toni Costa, asegura que ambos han hablado del tema de tener hijos, pero que hoy no es una opción.
“Por temas de salud, no puedo embarazarme todavía. Además, tenemos apenas cinco meses juntos, estamos resolviendo cosas como la distancia, nuestros trabajos. No decimos que no, pero tampoco es un sí”, subrayó.
“Si Dios me dio esta exposición, no es por ego, es para servir. Si alguien me juzga por mi físico, yo trato de mostrarle otra perspectiva y sumar, en lugar de restar. Uso mi experiencia para inspirar”.
“Cada cuerpo es distinto, cada historia es única. Pero yo creo que hay un propósito en cada experiencia. Que si no podés ser mamá de una forma, tal vez lo seas de otra. Lo importante es no perder la fe y seguir luchando desde el amor”, terminó.
