Cómo fortalecer las defensas de los niños entre 1 y 3 años
El nutricionista Francisco Herrera explica en Tu Mundo Cre-C de Dos Pinos qué nutrientes son fundamentales y cómo incluirlos en la dieta diaria de los niños.
Entre el primer y tercer año de vida, los niños atraviesan una etapa crucial para el desarrollo de su sistema inmunológico. Una alimentación adecuada no solo les proporciona energía y crecimiento, sino también las defensas necesarias para protegerse de enfermedades. En Tu Mundo Cre-C de Dos Pinos, el nutricionista Francisco Herrera nos guía por los nutrientes esenciales para cuidar la salud inmune de los más pequeños, destacando el papel de vitaminas, minerales, proteínas y fibra prebiótica en esta etapa determinante
Según Herrera, el sistema inmune de los niños se fortalece con nutrientes clave avalados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, como las vitaminas A, C, D, B1, B6, B12 y el selenio. Estos se encuentran en alimentos como frutas y vegetales de colores intensos, productos de origen animal, cítricos, lácteos fortificados y pescados.
Además, las proteínas cumplen una doble función: no solo contribuyen al desarrollo muscular, sino que también estimulan la producción de células inmunológicas y anticuerpos. Estas se obtienen de fuentes como carne, huevos, productos lácteos, legumbres y granos.
Herrera también destaca la importancia de la fibra prebiótica, como la inulina, presente en productos como Cre-C. Este tipo de fibra alimenta a los probióticos beneficiosos en el intestino, favoreciendo una microbiota saludable, directamente relacionada con una mejor respuesta inmune.
Por otro lado, advierte que una alimentación deficiente o baja en nutrientes esenciales puede comprometer las defensas naturales del organismo. Asimismo, recomienda evitar el consumo excesivo de azúcares, ya que estos desplazan a los alimentos verdaderamente nutritivos y necesarios para el desarrollo integral del niño.
La salud del sistema inmunológico en los primeros años de vida se construye desde la cocina. Apostar por una dieta variada, rica en vitaminas, proteínas y fibras prebióticas, y evitar los excesos de azúcar, es una de las formas más efectivas de proteger a los niños. La buena nutrición no solo es un acto de cuidado, es una inversión en su futuro bienestar.