Enfocando el amor propio

Para nadie es un secreto que la sociedad ha impuesto cánones de belleza brutalmente altos para miles de personas, especialmente las mujeres.

Entre otras cosas, semejante peso es el responsable de que muchas ni siquiera se animen a posar frente al lente de una cámara, mucho menos a dejar salir las partes de su personalidad que requieren de autoconfianza y amor propio.

Todo eso cambia dentro del estudio del Oso Hormiguero, un profesional de la fotografía enfocado más en las sensaciones de sus clientes que en los aspectos técnicos. Mediante mucha empatía, guía y conversación, muchas que antes le huían a una foto, terminan explorando facetas de su personalidad que no imaginaban desplegar (ver nota completa en el video adjunto).

Los efectos de una sesión de fotos se extienden más allá de las paredes del estudio, pues terminan convenciendo a las fotografiadas de que ellas están en control de su narrativa.